Los revestimientos de interior pueden ser utilizados para infinidad de rincones de nuestra vivienda, pudiendo no solo aportar un gran estilo allá donde se coloquen sino proporcionar cierta clase de aislamiento como acústico o térmico.

Pueden ser utilizados en cualquier estancia de la vivienda y gracias a que en el mercado podemos encontrar un gran número de propuestas diferentes en cuanto a formas, texturas, materiales, etc., no hay duda que podremos encontrar aquel que mejor se adapte a lo que queremos para nuestra vivienda.

Usos más típicos de los revestimientos de interior

En un baño, los revestimientos pueden ponerse no solo en el suelo sino también en las paredes. Lo más normal son los revestimientos cerámicos donde podemos encontrar muchas propuestas diferentes, desde las clásicas baldosas y gres en color blanco hasta propuestas diferentes de muchos colores, para el suelo y las paredes.

En el suelo también se puede instalar otro revestimiento como es la tarima flotante, aunque ésta debe tener un tratamiento específico para estancias húmedas como esta. Lo mismo que sucede en la cocina, donde los suelos de tarima flotante están teniendo un gran éxito.

Una de las tendencias más actuales en aquellas viviendas donde el estilo decorativo industrial sea el predominante es el revestimiento con microcemento, con lo que conseguir eliminar las juntas del suelo y tener una superficie dura y muy resistente. Puede utilizarse en cocina o en pasillos y hall de entrada.

Si hablamos de cocina, los revestimientos se usarán para darle un estilo único a esta parte del hogar, no suelen cumplir con otra finalidad. En cambio, hay otros revestimientos, como los de piedra natural o madera para las paredes que sí cumplen con varios objetivos además del estético.

Consiguen hacer que la estancia sea más cálida tanto visualmente como en cuanto a temperatura se refiere e incluso ayudan a contar con un mejor aislante acústico contra los ruidos del exterior.