Los revestimientos de paredes de aluminio son una tendencia que te ayudará a reformar o rehabilitar una pared, pero también para darle un toque diferente. Es una de las mejores formas de cambiar de aspecto cualquier pared de la casa además de ser asequible y de hacerse muy rápido.

Como colocar el revestimiento de aluminio en la pared

Dependiendo de los paneles, se pueden colocar de una u otra forma y utilizar diferentes herramientas. En este caso vamos a optar por papeles de aluminio, los cuales proporcionarán un aspecto a la pared verdaderamente único.

Hay que destacar que no se trata del mismo papel de aluminio que usamos en la cocina, se trata de papeles similares a los vinílicos, pero en esta ocasión se reemplaza la película plástica por una capa de aluminio fina pero muy duradera.

Para colocarlo hay que limpiar muy bien la pared y dejarla completamente libre de clavos, alcayatas, tacos o cualquier otro objeto. Si hay alguna grieta, debemos rellenarla con un producto específico, dejarlo secar y posteriormente lijar bien toda la pared.  Es muy importante dejar la pared completamente lisa y limpia, porque cuando se coloque el revestimiento de aluminio se notará cualquier clase de imperfección.

Posteriormente hay que realizar un encolado muy cuidadoso, procurando cubrir toda la pared. Tras ello hay que ir aplicando poco a poco los papeles de aluminio, procurando eliminar todas las burbujas de aire que se puedan haber quedado debajo del papel para dejarlo lo más correcto posible.

Una vez colocado podremos disfrutar de sus ventajas, además del estilo que aportan a cualquier rincón de la casa. Puede usarse en cualquier habitación, incluso en el baño o en la cocina. Se trata de un material muy resistente al agua, humedad y también a las altas temperaturas.

A pesar de que se quedan fijas con muy poco esfuerzo, si se quiere retirar hay que tirar de las láminas firmemente pero poco a poco, de esta forma se mantendrá intacta la pared.

Una vivienda que no cuente con un correcto aislamiento puede llegar a perder hasta un 25% de energía a través de las paredes. Una de las soluciones para evitarlo es utilizando recubrimientos de perfiles de aluminio. Con una instalación como esta, se cumple con dos objetivos, uno es el de aislar la vivienda y otro es el de proporcionar a nuestro hogar un toque decorativo.

Aluminio, un aislamiento efectivo y asequible para el hogar

Para aislar la pared se pueden utilizar perfiles de aluminio, láminas finas de muy poco espesor, muy ligeras, pero que son ideales para el revestimiento de las paredes y de techos.

Una de sus principales características es que reflejan el calor, evitando que este se vaya por las paredes.

Esto convierte a esta alternativa en una de las medidas principales que podemos tener en cuenta para no perder la energía calorífica del hogar durante los meses de frío del invierno

Hay que especificar que no se trata de tableros, sino que son perfiles de aluminio, por lo que entre uno y otro hay espacio suficiente como para que la pared pueda respirar y se airee. De esta forma, se evita que el calor reflejado en los perfiles de aluminio pueda calentar la pared y que cuando ésta se enfríe pueda producir condensación y esta, a su vez, pueda contribuir a la aparición de humedades y mohos.

La colocación de esta clase de perfiles es muy sencilla en la mayoría de casos. Existen varios modos para colocarlos; una forma es mediante grapas directamente sobre la pared o también gracias a algunos adhesivos especiales.

Asimismo, también hay otras alternativas como ir colocando los perfiles sobre unos raíles que previamente se han colocado en la pared, de forma que resultará mucho más fácil colocarlos uno por uno hasta cubrir la totalidad de la pared.